El PCPV ante la DANA marca el camino

David Fuente, militante del PCE-EPK

El Partit Comunista del País Valencià (PCPV) reaccionó inmediatamente nada más producirse la catástrofe de la dana.

Un fenómeno natural, que en esta región es frecuente y que encontró condiciones para volverse extremo (como el recalentamiento del mar Mediterráneo), dio lugar a una devastación social. Más de 200 muertes y 130.000 viviendas afectadas, a las que se suman garajes, trasteros, lonjas, empresas, vehículos… 

¿Los culpables de este resultado? Ya se sabe: de forma más inmediata, el Gobierno de Mazón, que eliminó meses antes la Unidad de Emergencias Valenciana y actuó con total negligencia los días y horas previos. Pero también la falta de previsión y la inacción del todo el régimen oligárquico burgués español (emanado de la reforma del franquismo en 1975-1978). Desde los ayuntamientos hasta los gobiernos centrales habían contribuido a que varias zonas inundables sirvieran a la ganancia capitalista. El PSOE, que en 2017 había respaldado la aplicación del artículo 155 de la Constitución para reprimir la voluntad democrática del pueblo catalán, o que en 2020 había instaurado el Estado de emergencia ante la epidemia de COVID-19, ahora se excusaba en el reparto de competencias. 

Como resultado de todo esto, la población quedó desamparada. Los servicios públicos no llegaron. La única conclusión científica posible, marxista, era clara: el Estado monárquico español, oligárquico burgués, no había fallado; había mostrado su esencia antipopular. Precisamente esto es la médula real del descontento que explotó contra todo el sistema político.

Ante las necesidades urgentes de los afectados y la ineficacia de la democracia burguesa al respecto, cientos de miles de ciudadanos anónimos, la población trabajadora, se dispuso a salvar a su propio pueblo. Más tarde, algunas figuras de la oligarquía financiera española (quienes ostentan realmente el poder) tratarían de blanquear su figura con donaciones que representan minucias frente a cuanto evaden y acumulan. Últimamente vemos que el Partido Popular está devolviendo viejos favores a los financiadores de la Gürtel.

Por su parte, nada más producirse el desastre, el PCPV se puso al servicio de la organización popular voluntaria que brotaba en la zona y en todo el país. El partido comenzó a gestionar la recepción de donaciones y su entrega a la población afectada, así como el equipamiento y la organización del trabajo voluntario. Gracias a ello, ha sido posible encauzar la ayuda de más de un millar de voluntarios que acuden a ponerse al servicio de las necesidades de las personas afectadas.

Al cumplir esta tarea, el PCPV ha sufrido transformaciones. En primer lugar, sus cuadros han desarrollado una mayor experiencia y capacidad organizativas. En segundo lugar, nuevas personas se han incorporado al partido, a las cuales rápidamente se les comenzó a dar formación marxista-leninista para que su inserción por razones, quizá, de coyuntura, evolucionase hasta una comprensión general de los fundamentos de la lucha por la superación del capitalismo, hasta la victoria obrera. En tercer lugar, el PCPV ha tejido lazos de diverso grado con trabajadores movilizados externos al partido. En cuarto lugar, se está trabajando en actividades coordinadas con otras organizaciones obreras.

Recapitulemos respecto a los fundamentos del marxismo-leninismo. Las grandes tareas organizativas que un partido comunista tiene respecto al conjunto de los trabajadores, y que debe ir cumpliendo de manera ascendente para lograr derrocar a la burguesía e instaurar el poder obrero, son tres. Todas ellas se producen sobre la base del conflicto que el capitalismo, por su propia naturaleza, provoca una y otra vez. Hoy, la crisis social en la zona viene marcada por la catástrofe de la dana. Mañana, otras circunstancias movilizarán a sectores e incluso al conjunto de los trabajadores.

1) El partido debe incluir en su seno a los sectores más conscientes y abnegados, más entregados a la lucha obrera y popular, y educarlos en la ciencia marxista-leninista y en la lucha por el programa comunista. 2) El partido, mediante la persuasión, evidenciando lo correcto de su línea política, debe orientar a todo el resto de organizaciones obreras para luchar como un solo puño. 3) El partido debe tejer lazos con las masas externas, debe ganarse la confianza de los trabajadores que despiertan a la lucha y que se mantienen fuera del partido.

Para cumplir estas tres grandes tareas generales hay mucho trabajo que hacer en cada coyuntura. El PCPV ha realizado un encomiable esfuerzo bajo la situación de la dana y ha progresado en su capacidad como partido comunista. Los errores, inevitables al avanzar por el camino acertado, son de poco calado y los va identificando y corrigiendo. 

Si el PCPV persevera así respecto a sus tareas generales, y sin duda lo hará, se irá convirtiendo cada vez más en un auténtico partido de la clase obrera, que extienda la conciencia y la organización comunista, y limite de manera efectiva cada vez más la influencia de la ultraderecha. Las nuevas coyunturas de crisis, que el capitalismo arroja sin cesar, encontrarán a un PCPV más fortalecido y capaz, hasta que se fragüen las condiciones decisivas. 

Esta es la conexión entre las ingentes pequeñas tareas de hoy y la gran tarea de nuestra era, la tarea histórica de la clase obrera: derrocar a la burguesía, instaurar la dictadura del proletariado, edificar el socialismo-comunismo y lograr la emancipación universal. Las tareas cotidianas son tan cruciales porque preparan la victoria final, la cual permitirá resolver de raíz las cuestiones actuales: la incertidumbre económica, la falta de servicios públicos, la participación en las guerras imperialistas… y lograr la organización de un Estado obrero al servicio del pueblo, para afrontar, entre otras cosas, los desastres naturales.

La lucha parlamentaria tiene sus posibilidades y sus límites para los objetivos de un partido comunista. Todo este progreso del PCPV no hubiera sido posible si hubiese estado cegado por el trabajo en las instituciones burguesas; si no hubiese llevado más de una década esforzándose en mejorar como partido marxista-leninista. Un lento y humilde trabajo de formación de cuadros e intervención durante más de una década, sin consecuencias externas significativas hasta el momento, había preparado la posibilidad de dar un paso reseñable ante una coyuntura crítica. Y lo que es más importante: el paso de hoy prepara los dos de mañana, así como el salto del porvenir.

Por ello, el trabajo del PCPV ante la dana marca el camino. Este trabajo nos devuelve, de manera renovada y actualizada, a los fundamentos probados del marxismo-leninismo: a ese modelo organizativo que se esfuerza por contar cada vez con más cuadros y más formados, con más influencia sobre las organizaciones obreras y con más lazos entre las masas trabajadoras, rumbo a la toma del poder y a la superación del capitalismo.

Quienes residimos en otras partes del país, no creo que podamos dar un mayor reconocimiento a cada militante entregado a las tareas de la dana y a cada voluntario apoyado en el PCPV para servir al pueblo, que asimilar y extender su ejemplo. Preparémonos para no quedarnos atrás respecto a sus progresos y para alegrarles a ellos con los nuestros, que serán a la postre uno solo.

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