¿Qué hacer ante la crisis? Sólo con planificación puede haber solución

 

Prácticamente desde que retomamos la publicación de nuestro boletín temas como la inflación y especialmente la crisis energética en nuestro país (y en el conjunto de la Unión Europea), han sido el pilar central de nuestros editoriales y posicionamientos políticos. La cosa no es para menos, en Agosto de este año la inflación ha llegado a un 10,5% en nuestro país y según la consultora financiera J.P. Morgan está podría llegar al 15% durante los últimos meses de 2022. El alza de los precios ha sido especialmente elevada en los precios del combustible y la luz, pero esta se ha extendido de manera generalizada a los precios de alimentos que forman parte de la canasta básica de una familia trabajadora española.

La inmensa mayoría de las movilizaciones laborales y populares que han tenido lugar en España y en Europa tienen que ver directamente con los efectos que esta crisis está provocando ante las familias trabajadoras, desde las protestas en Francia, Alemania, República Checa, Reino Unido, las movilizaciones “Salario o Conflicto” promovidas por los sindicatos CCOO y UGT, las huelgas de transportistas, las movilizaciones de pensionistas del 15 de Octubre; todas han tenido como telón de fondo la inflación y la crisis que se nos viene encima.

Es fundamental que las y los comunistas, como los elementos más avanzados de nuestra clase, no sólo hagamos agitación sobre los efectos de la crisis en los conflictos laborales sino exponer también nuestras propuestas (más aún cuando nuestro Partido está de una manera u otra presente en el Consejo de Ministros). Hemos hablado largo y tendido sobre las causas de la crisis, que son diversas, ahora toca de hablar de propuestas, soluciones y caminos de desarrollo que vayan en dirección a la superación del capitalismo y la construcción del socialismo.

La crisis es tan grave que desde las propias instituciones de la Unión Europea y de los propios gobiernos burgueses que la componen se han preconizado medidas de intervención sobre la economía y el mercado. La Comisión Europea ha propuesto medidas encaminadas a la modificación del cálculo de la factura electrica (desvinculando el gas de los diferentes elementos de la factura electrica), establecer límites en los precios de los combustibles, establecer impuestos sobre los beneficios de las empresas energéticas, bonos sociales para incentivar al consumo, etc. Estas medidas han sido trasladadas por el gobierno español en las medidas anunciadas por Pedro Sánchez en Julio de este año (impuestos a la banca y a las electricas, subvenciones millonarias para implementar la transición energética, bonos de ayudas para alquileres, transportes, ampliación de becas, etc.).

Aunque algunas de estas medidas pudieran en el corto plazo suponer un alivio para las familias trabajadoras, pero sin embargo no salen en la lógica de mercado. Son más bien medidas de emergencia para evitar estallidos sociales en un futuro inmediato, pero su efecto al fin y al cabo son limitados, no establecen el control concreto sobre los precios y la producción y como efecto rebote los grandes monopolios pueden responder subiendo los precios. Otras medidas, como la reducción del IVA de la luz son medida directamente liberales. Los y las comunistas debemos defender medidas estratégicas que vayan en el camino de cambiar el modelo productivo de nuestro país y que vayan a la línea de flotación del capital financiero y las grandes multinacionales. Es necesario la implementación de un programa popular para que la crisis no la paguen las clases populares.

Por ello proponemos las siguientes medidas:

1) Una política internacional por la Paz y la neutralidad. Una de las causas (que no la única) de esta crisis es el conflicto bélico existente entre la Federación Rusa y Ucrania que ha sido dirigido y alentado por EEUU. La subordinación de nuestro país a los intereses de EEUU y de la OTAN ha traido entre otras cosas la histórica traición de nuestro gobierno al pueblo saharaui, reconociendo el Sahara Occidental como territorio marroquí y negando ningún derecho a la autodeterminanción, esta medida diplomática que tiene como objetivo principal contentar a un socio fundamental de EEUU y “tranquilizar” la situación de tensión en la frontera sur de la OTAN ha tenido como respuesta una crisis diplomática con Argelia, aliado tradicional del Sahara Occidental y España (así como también de Rusia), y el encarecimiento de los suministros de gas procedentes del país africano.

Nuestra dependencia de EEUU, la OTAN y la Unión Europea no sólo nos incluye en una línea internacional belicista e imperialista, sino que nos quita la independencia de negociar nuestras mejores fuentes de recursos energéticos y nos fuerza a comprar gas licuado norteamericano mucho más caro. Tenemos que recuperar la soberanía y establecer una política internacional de paz, no alineamiento y cooperación con todos los pueblos del mundo en términos de igualdad.

2) La nacionalización de las empresas energéticas: Este es un punto que viene siendo defendido tradicionalmente por nuestro Partido. Desde el comienzo de la crisis diversos gobiernos capitalistas europeos han defendido la nacionalización total o parcial de las compañías energéticas de sus respectivos países para hacer frente a la emergencia climática, aunque la forma en que se plantean obviamente estas “nacionalizaciones” están más orientadas a rescatar a dichas empresas que hacerlo en beneficio de las clases populares.

Las y los comunistas planteamos la nacionalización de las empresas eléctricas porque creemos que un servicio estratégico como es la producción de la electricidad no puede estar en manos de un oligopolio privado, sino que debe de ser de una gestión enteramente pública y bajo control democrático de los trabajadores y el pueblo. Para garantizar el acceso universal a servicios indispensables, un suministro barato y asequible para las familias trabajadoras y pequeños autónomos; y también para realizar una verdadera transición energética de manera eficiente y ordenada.

3) Control de precios y guerra a los especuladores. Los pequeños y medianos agricultores llevan años denunciando que el campo español está siendo arruinado por los llamados intermediarios que compran las materias primas en el mercado imponiendo precios de saldo y vendiéndolas a precios desorbitados. Grandes cadenas alimenticias son responsable de esto. Se deben tomar medidas efectivas para el control de los alimentos básicos y elaborar planes para llevarlo a cabo, si tienen que intervenir o nacionalizar empresas se hace.

4) Nacionalización de la Banca, prohibición de los fondos buitres y sociedades especulativas financieras: El conjunto del sistema bancario privado en España sigue sin devolver los 60.000 millones que supusieron un rescate bancario que tuvo que asumir nuestro país en 2012. Los bancos actualmente se resisten a dar intereses fijos a los usuarios, ellos y los fondos buitres son propietarios de de miles de viviendas vacías procedentes de desahucios acaecidos durante la última crisis y la actual. Debemos poner coto a los desmanes del capital financiero.

5) Aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. En un momento de crisis aguda debemos dar seguridad a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, es pertinente echar abajo de manera definitiva las reformas laborales de 2010 y 2012. Se debe asegurar el contrato indefinido como el único posible y establecer indemnizaciones cuantiosas para los despidos por causas objetivas y declarar nulos los despidos improcedentes. También debe de garantizarse por ley la subída anual de los salarios conforme al IPC.

6) Plan de recuperación industrial: Se habla mucho de reindustralización pero lo urgente hoy es parar el cierre masivo de industrias en nuestro país. Para ello el Estado tiene instrumentos como la SAREB que permitiría nacionalizar industrias que anuncien su intención de cerrar plantas en nuestro país. Todo esto debe de estar encaminado a la creación de un sector público industrial fuerte que asegure que nuestro país desarrolle sectores avanzados de tecnología punta, una clase obrera bien pagada y formada y una economía al servicio de las necesidades de la mayoría trabajadora.

Edgar Téllez.

Área ideológica del PCE en Ciudad Real

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